En el EP Finding a Common Language again de Rodrigo Arriagada, a.k.a. La Orquesta Flotante y Unknown Dancer, se aprecia un trabajo delicadamente compuesto, en un espacio sonoro donde las texturas digitales se convierten en un sustrato potente que hace guiños a diferentes estilos de música electrónica y contemporánea, alejándose de la pista de baile en un ejercicio de arreglos intimistas, precisos y muy evocadores.
Este disco es una exploración de 6 temas en constante cambio, en los que Arriagada utiliza el minimalismo de manera selectiva, con sonidos y ritmos sutiles que se desarrollan gradualmente en intensidades musicales delicadas y, en algunos pasajes, armonías inquietantes. La superposición sin distinción entre los registros de instrumentos nobles, drones y ambient complementan una propuesta en la que el micro sampling se convierte en una herramienta para descubrir detalles ocultos en el tejido sonoro, creando texturas únicas y evocadoras.
Con todo lo anterior, el alias del autor -La Orquesta Flotante-, hace total sentido en lo que simboliza una instrumentación digital que le permite crear una paleta de sonidos expansiva que se mueve entre lo etéreo y ambiental hasta lo introspectivo y reflexivo.
Este disco fue publicado con anterioridad en el Bandcamp del artista, y en 001Records.com amplificamos este trabajo sumándolo a todas las otras plataformas digitales.
TRACKLIST:
- Dolore | 03:11 | 64 bpm
- Unanswered Question | 07:33 | 156 bpm
- Precipicio | 06:06 | 119 bpm
- Non-Linear Movements | 04:13 | 70 bpm
- Noise Pilots (feat Chiodata) | 05:50 | 123 bpm
- Fog | 03:49 | 164 bpm
Instrumentos y software utilizados: Ableton Live.
PUBLICADO Y DISTRIBUIDO POR 001RECORDS.COM
Puedes escucharlo en Spotify, Tidal, Deezer, Youtube Music y comprarlo en Bandcamp y Apple Music.
BIOGRAFÍA | La Orquesta Flotante:
Rodrigo Arriagada, también conocido como «La Orquesta Flotante» y «Unknown Dancer«, la mitad del Dúo Odio, es un compositor, productor y DJ chileno que ha sido una figura importante en el movimiento underground en Chile. Como músico, ha publicado algunas obras en los sellos nacionales Panal Records, Diving Records, AQRR Records, Noche Africana y Sur Mechanics, así como en Ecl Recs de Suiza. Es cofundador de Diving Sessions, un movimiento de fiestas underground, festivales y sesiones de música electrónica que son referentes en la escena de música experimental y underground locales. Actualmente, está a cargo del sello netlabel ambiental Sur Mechanics en Santiago, Chile.
RRSS:
REVIEW
Por el investigador, poeta, músico y artista visual Martín Gubbins.
“Finding a common language again”
Álbum de “La Orquesta Flotante” (Rodrigo Arriagada).
Realmente no sabía por qué me habían pedido reseñar este álbum. No tengo conocimientos formales de música. No sé tocar bien ningún instrumento y sólo «toco» (del verbo palpar) algunos como parte de exploraciones intuitivas casi por completo carentes de conceptos serios sobre composición, melodía, timbre, contrapunto o solfeo. Y este trabajo de La Orquesta Flotante es muy musical. Entonces pensé, antes de oírlo, que quizás el álbum tendría que ver con poesía sonora o algo así, pero no, y entonces concluí que los arquitectos de este encargo sólo querían hacerme sentir y recordar, y contar mi experiencia. Es lo único que yo podría hacer por lo demás, a modo de reseña de este excelente álbum, y me ha parecido extraordinario el ejercicio. Yo soy poeta a lo sumo, pero músico no podría llamarme jamás. Sin embargo, la poesía y la música, en cuanto artes sonoras, están íntimamente conectadas en nuestro cerebro. Así que en verdad no tenía nada de raro que le pidieran esta reseña a quien ha practicado la poesía sonora por tantos años.
Los sonidos nos penetran desde el tímpano y llegan a la corteza auditiva de nuestro lóbulo temporal, el que nos permite enfocarnos en lo que oímos y percibir características como el tono, el timbre o la intensidad. El mismo lóbulo también maneja los sistemas de comprensión del habla y la super poderosa memoria auditiva, además de regular emociones como la ansiedad, el placer o la rabia. Por eso la música y la poesía con énfasis sonoro pueden generar en nosotros emociones o recuerdos de otras músicas, versos, sonidos, experiencias, objetos o ilusiones similares a lo visto, lo sentido o lo escuchado alguna vez en la vida cotidiana. Y sentimientos. También escenas que pueden parecer reales. Incluso sonidos que no existen. O personas que no están.
Finding a common language again detonó todos esos efectos en mi lóbulo temporal al escucharlo, experiencia que ha sido alucinante cada vez que le he puesto play a este álbum que parece una gran colección de derivas sonoras.
Por ejemplo, las cuerdas, samples de cuerdas o cuerdas cuerdas, del tema Dolore, abren precisamente el conjunto para llevarnos a un viaje en reverse hacia una especie de inicio o algo así como un mito o una verdad que no se alcanza a encontrar, pero se intuye, igual como sucede en ese gran poema escrito en reversa que es la Ciudad, del también chileno Gonzalo Millán, que trata sobre el Golpe de Estado de 1973 y sus eventos posteriores y anteriores.
El “common language» que el álbum nos dice que «encuentra (¿busca?) nuevamente” en sus derivas se me apareció de inmediato en este primer tema como un mito indefinido o una verdad sin nombre que se tantea desde el principio en este tema y que avanza en una especie de flujo cósmico ancestral en la memoria de quien oye gracias a una delicada arquitectura electrónica ambient.
Precipicio, el siguiente track del álbum, es muy eficaz para avanzar en este viaje gracias a sus trutrucas o samples de trutrucas que resuenan a lo lejos y su ¿emulador de metalófono creo que es?, que timbra el espacio sonoro, o lo acentúa, junto a teclados y secuencias que apenas irrumpen en el paisaje.
Por otro lado, Non-linear movements es lo más parecido a un ejercicio de escritura que oí acá, la digitación de las notas suena casi como si estuviera hecha en una máquina de escribir y no en el teclado de un piano o de un controlador digital en forma de teclado de piano como evidentemente se hizo. Pero el mito o la verdad se asoman por todas partes en este álbum, aunque apenas queden claras. O a lo mejor aquí esa utopía del «common language», parece decir esta pieza, podría comenzar a escribirse.
“Finding a Common Language Again” es una obra muy rica en texturas y resonancias de escuchas de mi pasado, como esos discos ambient magníficos de Brian Eno, con algunas intromisiones fantasma de fragmentos electrónicos secuenciados que marcan cierto ritmo pero sin dejarse seguir por mucho rato hasta que mutan en textura o semi textura siempre abierta.
En Unanswered question, por otra parte, no puedo dejar de sentir el tipo de pulsación jazzera psicodélica (sin percusiones) del Herbie Hanckock quizás de sus álbumes Sextant o Thrust, pero no como una cita o referencia explícita, ni siquiera velada, sino apenas como un aire o un halo. Algún sintetizador que aparece por ahí tiene también algo que reconozco en mi memoria musical new age. JM Jarre quizás.
Los pizzicatos del tema Fog, por otra parte, golpetearon un sector de mi lóbulo temporal muy fuertemente, aunque no logré dar con la referencia que me quedó atrapada en la punta del oído. Quizás fue algo que alguna vez oí, el violín eléctrico de Joakin Bello, no lo tengo claro, pero lo volveré a escuchar muchas veces por si logro articular el recuerdo sonoro y no sólo sentirlo.
Quizás ese tipo de referencias antiguas —por ignorancia de otras mejores— podrían caerle mal al creador de este álbum, pero en mi defensa puedo decir que cuando la música o la poesía detonan viajes en la memoria, si el intelecto actúa honestamente no puede poner filtros ni cortapisas, y ese es justamente el poder cautivante de las disciplinas artísticas sonoras que “Finding a common language again” no deja de hacer operar en ningún momento.
Santiago, 10 Julio 2023